Dios les bendiga, hermanos en Cristo y amigos!
Hace unas semanas mientras estaba en la playa contemplando la hermosura de la creación de nuestro Dios Todopoderoso, y mientras contemplaba las olas del mar que vienen y van, me vino al pensamiento el versículo de Santiago 1:6:
Pero pida con fe, no dudando nada. Porque el que duda es semejante a la onda (ola) del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
Que es lo que quería decir Santiago con esto? Que las personas que no tienen una fe sólida son facilmente arrastradas de un lado para el otro. En otras palabras, la persona que duda sobre la capacidad o la disposición de Dios para brindar su sabiduría y su protección, es como el mar revuelto y agitado que se mueve de un lado a otro con sus olas incesantes, y que nunca se puede quedar calmado.
La ignorancia sobre la Palabra de Dios y la falta de fe (incredulidad), son las razones más grandes por las cuales tanta almas se pierden.
La ignorancia sobre la Palabra de Dios tiene que ver con el hecho de que la mayoría de las personas -especialmente de religiones inventadas por hombres, no toman la Biblia como el UNICO libro que debemos seguir y obedecer. Por ejemplo, los Testigos de Jehova se basan en la Biblia y en sus revistas del Atalaya o Despertar. Los Católicos tiene una Biblia y también tiene el Catesismo de la Iglesia Católica -que tiene alrededor de 800 páginas. Este catesismo está basado en doctrinas y costumbre creadas por los hombres (los líderes de la Iglesia Catolica), no por Dios. Y la palabra nos dice que nuestro Señor Jesucristo condenó las doctrinas y mandamientos de hombres. Y todas estas doctrinas o tradiciones no son inspiradas en la Palabra de Dios ni tienen ningún respaldo bíblico.
En Mateo 15:8-9 dice: Este pueblo de labios me honra, más su corazón está lejos de mi. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.
Y sobre la falta de fe o incredulidad, muchos que ya están en el evangelio siguen sin entender la capacidad y el poder del Dios Altísimo al que servimos. Como mencionaba al principio, no tienen una fe verdadera o sólida, y por lo tanto están siendo participes de doctrinas paganas o mundanas que han entrado en las Iglesias Evangélicas. Se dejan guiar por Pastores que están enseñando el evangelio a medias, o la Palabra de Dios adulterada para no declarar el pecado como es. Y las ovejas de estos rebaños se dejen llevar de un lado para otro como las olas del mar -precisamente porque no han crecido espiritualmente y su fe no es lo suficientemente sólida para poder distinguir entre lo espiritual y lo carnal.
Recordemos que Jesucristo vino un día a este mundo como nuestro Salvador -Nuestro Padre Celestial lo envío para que todo aquel que en El cree no se pierda mas tenga vida eterna (Juan 3:16). Sin embargo un día no muy lejano (ya que estamos viviendo los últimos tiempos) Jesucristo regresará, pero esta vez no como Salvador sino como Justo Juez para traer juicio sobre la tierra, para regir a la naciones, y para juzgarnos a cada uno de nosotros. Así que no olvides que CRISTO YA VIENE!
No permitas que lo más sagrado que tienes -que es tu alma, la cual es eterna- se pierda y sea echada en el lago de fuego. Afirmate en la fe, escudriña Las Escrituras y si es necesario huye de esas Iglesias que no predican la sana doctrina y la santidad. Ya que sabemos que sin santidad, nadie verá al Señor (Hebreos 12:14).
Pídele al Señor con todo tu corazón que te guíe a través de su Santo Espiritu y que te dé disernimiento de su Palabra para que nadie pueda engañarte con falsas doctrinas o costumbres paganas. Pídele que te aumente la fe cada día, para que puedas agradarle (Ya que sin fe es imposible agradar a Dios – Hebreos 11:6) y para que no termines siendo como las olas del mar… que van de aquí para allá! No pongas en riesgo la salvación de tu alma -la tuya y en muchas ocasiones, las de tus seres queridos también. Afírmate cada día más en el Señor y cuida tu salvación con temor y temblor (Filipenses 2:12).
Dios te guarde y bendiga, y que la gracia de Nuestro Señor Jesucristo esté contigo. Amén!
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito. Mas el justo por la fe vivirá. Amén. ~ Romanos 1:17