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Marzo del 2019
Mi Testimonio

Bendiciones para ti, mi amigo o hermano en Cristo, que estás leyendo estas palabras. Para mí es un gran privilegio dar este testimonio sobre mi conversión a Jesucristo --para la Honra y Gloria de mi Dios Todopoderoso.

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Yo crecí en un pueblito de México en el estado de Michoacán, donde la gran mayoría de la población son Católicos (podría decirse que más del 99% de la población), y cada año se celebra una fiesta que dura 8 días y muchísimas personas van de otros estados en peregrinaciones a rendirle culto al patrono del pueblo. Crecí con todas estas doctrinas de hombres, las cuales yo pensaba que eran mandamientos de Dios y que estaban en la Bibia -y pensaba todo esto por el echo de que nunca se nos acostumbró a leer Las Sagradas Escrituras.

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Y así como crecí creyendo que pertenecía a la Iglesia verdadera, así mismo eduqué a mi hijo Alex. El ahora tiene 21 años, pero cuando iba a cumplir 16, su papá y yo nos divorciamos. Realmente fue una etapa muy difícil -especialmente para Alex, él ha pasado por situaciones muy difíciles. Los dos hemos pasado por etapas de mucho sufrimiento; pero Dios en su infinita misericordia, envió a nuestra vida a un gran hombre, quien ahora es mi esposo, Huber.  El me ha apoyado muchísimo al igual que a mi hijo.  Y hace tres años nos casamos estando consientes de que teníamos un reto por delante por el echo de que él ya era cristiano evangélico desde hacía varios años y yo era católica.

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Durante los primero meses de matrimonio todo iba bien, pero poco tiempo después empezaron los problemas…Huber trataba de hablarme de Las Escrituras y del porqué la doctrina católica está en contra de la Palabra de Dios, pero siempe terminaba yo molesta. El me invitaba a ir con él a los cultos de la iglesia donde él se congregaba, pero nunca acepté ir.  Y así cada vez los problemas eran más y más! Yo sé que para él no fue nada fácil vivir en una casa donde había imágenes y una estutua de yeso grande de la virgen de Guadalupe. Las discusiones cada vez eran más frecuentes y mas graves. En una ocasión me dijo que yo era un instrumento de satanás para hacerlo caer a él y que yo ni cuenta me daba. Esto me dolió mucho; pero muchísimo más me dolió el día que me dijo que yo era hija del diablo!  Para mí ese era el insulto y la ofensa más grande que alguien me hubiera podido decir en toda mi v-i-d-a!  Ya teníamos muchos otros problemas, pero esto causó que hasta llegaramos a hablar de divorcio! 

 

Sin embargo, en un intento por salvar nuestro matrimonio, yo le pedí tiempo y que me dejara yo sola estudiar y escudriñar Las Sagradas Escrituras; le dije que si en realidad yo estaba equivocada, Dios me lo haría saber. Aunque confieso que al principio empecé a leer La Biblia buscando fundamentos para defender mi fe católica. Hasta compré un libro que se llama “Católico defiende tu fe”, también me compré el Catesismo de la Iglesia Católica, y empecé a escudriñar Las Escrituras. Pero para mi gran sorpresa sucedió todo lo contrario a lo que yo esperaba: entre más estudiaba La Biblia, más me daba cuenta que lo que yo quería defender era indefendible!!! Pero aún así fue un processo muy difícil – y me tardé algunos meses en llegar aceptar la realidad!

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Otro factor importante para mi conversión fue mi amor por mi hijo Alex. El Señor no solo utilizó a mi esposo como instrumento para llegar a mi, también utilizó mi amor de madre: Yo le abrí mi corazón al Dios Todopoderso...y le pedí que El salvara el alma de mi hijo y yo haría lo que fuera su voluntad y que me utilizara para sus propósitos. 

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Pero el proceso de conversión no fue nada facíl. Fue mucho tiempo de estar leyendo la Palabra...fueron muchos los versículos que tuvieron un impacto muy grande en mí -sobre todo los que tienen que ver con la idolatría.  A mí se me había dicho que “venerar” no era lo mismo que “adorar”, pero cuando leí Exodo 20:4-5 me dí cuenta que Dios prohíbe el simple echo de inclinarse ante las imágines y honrarlas –que es lo mismo que venerarlas!! Pero lo que terminó de abrirme los ojos fue cuando leí el libro de Apocalipsis…me impactó mucho cuando leí sobre la Iglesia de Tiatira (Apo. 2:18-29), por alguna razón me sentí identificada con lo que estaba leyendo. Luego cuando llegué al  capitulo 17 donde habla sobre La Gran Ramera, mientras leía todo ese capítulo a mi mente sólo se venían las palabras: “Roma” y “El Vaticano”. Y cuando habla de BABILONIA LA GRANDE solo podía pensar en la religión católica (por toda la idolatría que hay en esta religión). Y por último al llegar al capitulo 18, exactamente en el versículo 4, cuando leí las palabras que dicen: “SALID DE ELLA, PUEBLO MIO”, era como si Dios me estuviera hablando directamente a mi! Como si me estuviera diciendo (más bien ordenando!) que tenia que salir de la religión católica!!! Ahí fue donde por fin terminé de comprender que había vivido engañada toda mi vida!

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Así que tomé la decisión y me deshice de todas las imágenes que tenía, después yo solita en mi casa me arrodillé, le pedí perdón a Dios por todos mis pecados y con todo mi corazón acepté a Jesucristo como mi único y suficiente Salvador!  Eso fue en Diciembre del 2017, y yo pensaba que solo con seguir leyendo La Biblia era suficiente, yo no quería asistir a ninguna Iglesia Cristiana. Pero Dios Todopoderoso tenía otros planes para mi! Un día tuve un sueño donde yo me veía en medio de una congregación dando mi testimonio y mi hijo Alex a un lado mío, y él estaba conmovido hasta las lagrimas. Dios me estaba diciendo que El actuará en la vida de mi hijo en su momento -porque El es un Dios un Dios Fiel y muy grande es su misericordia. Este sueño lo tomé como una señal de Dios y fue cuando realmente sentí la necesidad de congregarme. Entonces recordé que mis vecinos anteriores eran Pastores, y así fue como el 8 de Abril del 2018 fue la primera vez que asistí a una congregación.  Los Pastores y hermanos de la congregación nos dieron una cálida bienvenida, pero lo que más me impactó y nunca voy a olvidar es que ese día por primera vez en mi vida supe lo que era sentir la presencia del Espíritu Santo! Dos meses despues, en Junio, fui a las aguas bautismales con un gozo grande en mi alma y con la convicción de que una nueva criatura estaba naciendo ese día -siempre para alabar y honrar a Dios!

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Mi Señor siguió trabajando conmigo durante los meses siguientes...me ayudó a descubrir, entender y aceptar su llamado...un llamado a prédicar la sana doctrina y trabajar en su obra.  Mi Dios sigue ayudándome a crecer espiritualmente cada día, mostrandome su respaldo y su amor infinito. El sigue cambiandome por dentro y por fuera también. Y sé con toda certeza que El seguirá mostrándome su camino, porque para poder ir al Padre, JESUS ES EL CAMINO!

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Para terminar, sólo quiero agregar dos cosas más:

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La primera es sobre mi hijo Alex, yo sé que no va a ser fácil que él deje atrás las costumbres que yo misma le enseñé, pero para Dios no hay imposibles y tengo fe, y la certeza de que Dios tiene grandes planes para él también. Puedo decir con toda seguridad y convicción -en el nombre poderoso de Jesús de Nazaret- que mi hijo también recibirá a Cristo en su corazón y será salvo! Pues dice la Palabra en Hechos 16:31 “Cree en el Señor Jesucristo y serán salvos tú y tu casa”.

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Y la segunda es para decir que así como un día yo pensé que estaba recibiendo de mi propio esposo el insulto más grande de mi vida, ahora sin dudarlo y con toda convicción puedo decir que ¡YO SOY HIJA DE MI PADRE, EL DIOS ALTISIMO!     

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 ¡Amén…Aleluya…Gloria a Dios!     

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Angeles Arreola          

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Haz click en el link de abajo para leer más sobre las diferentes etapas de mi conversión a Cristo.

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