Como bien sabemos, nada se compara con el amor inifinito de nuestro Creador! Pero también es bien sabido que de los amores terrenales, el más grande, sincero y desinteresado es el amor de una madre! Porque qué no haría una mujer por sus hijos? Y aquí aplica muy bien el versículo de Isaías 49:15, que dice: ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?
Y es ese amor tan grande que siento por mi hijo Alex, que de alguna manera siento que Dios utilizó para llegar a mí, para hacerme ver las cosas de diferente manera (conforme está escrito en su Palabra) y para traerme a la luz y al camino de Nuestro Señor Jesucristo.
Antes de entregar mi vida al Señor, yo decía tener fe y rezaba (y digo rezaba -porque realmente no sabía lo que era orar) y pedía por mi hijo. Pero a pesar de supuestamente tener ‘fe’, yo no podía dormir por las noches si mi hijo no llegaba temprano a casa, y me la pasaba en una constante preocupación por él. Ahora que tengo al Señor Dios Todopoderoso en mi corazón sé lo que es la fe verdadera, y puedo decir que vivo tranquila porque confío plenamente el las promesas del Dios al que yo sirvo.
Y no es que mi hijo ya no me preocupe, pero ahora simplemente lo pongo en las manos del Dios Altísimo y puedo dormir tranquila sabiendo que Dios está en control de todo y que nada va a sucerder que El no permita. Ahora oro por mi hijo todos los días sabiendo que en su tiempo y en su momento (porque los tiempos de Dios son perfectos y misteriosos sus caminos), mi hijo vendrá a los pies y a la luz de Nuestro Señor Jesucristo, para acepartlo como único y suficiente Salvador!
Pero, porqué digo que Dios utilizó mi amor de madre para llegar a mí? Bueno, porque a pesar de que mi esposo Huber desde que nos casamos hace un poco mas de tres años insistía para que yo aceptara al Señor, yo seguía en mi necedad y ceguera espiritual. Y ya había empezado a estudiar Las Escrituras, pero me resistía a reconocer que la religión en la que había crecido no era conforme a la Palabra de Dios; pero recuerdo una noche que yo estaba desesperada por que ya era muy tarde y mi hijo no llegaba ni me contestaba mensajes, que tuve una platica interna con el Señor (no me atreví a decirlo en voz alta, pero sabía que El me estaba escuchando) y le dije en mi pensamiento y con todo mi corazón:
“Señor, yo ya he intentado de todo para ayudar a mi hijo, pero reconozco que sólo TU puedes salvarlo. Si realmente yo estoy equivocada en mis creencias católicas, ayudame a ver la realidad y heme aquí…haz tu voluntad en mi vida y utilizame para tus própositos, pero POR FAVOR SALVA A MI HIJO!! No dejes que su alma se pierda, y yo haré lo que tú quieras. Solo guíame por favor, Dios Mío.”
Y Dios en su infinita misericordia y viendo un corazón de madre angustiado y afligido pidiendo ayuda, vino en mi socorro. El me abrió los ojos a una verdad que no conocía, aunque para ese tiempo yo ya llevaba algunos meses leyendo la Biblia, seguía resistiendome a que la religión en al que crecí -la supuesta iglesia universal, las creencias de mis padres, abuelos y antepasados- estaba en contra de las Sagradas Escrituras. Dios se apiadó de mí, y al mismo tiempo de mi hijo y de mi casa, porque dice su Palabra que si crees en el Señor Jesucristo serás salvo tú y tu casa, y yo tengo la certeza de que así será.
En el nombre precioso y poderoso de JESUS DE NAZARET, yo puedo decir con toda convicción y con fe verdadera, que mi hijo Alexis Eduardo será salvo y su que nombre será escrito en el Libro de la Vida! Para la Gloria y Honra de Dios Todopoderoso!!! Y desde ahora le doy gracias a Dios por su misericordia y por las cosas que El va a ser con mi hijo. Porque esto es por fe, no por vista! Yo no tengo que verlo para creer que será hecho -por el poder de su Palabra y por la fe que cada día crece más en mi alma.
Así mismo, oro por todas esas madres (amigas, familiares, conocidas o desconocidas) que aún no han aceptado a Jesucristo en su corazón y que tienen problemas grandes o pequeños con sus hijos, para que sepan que SIEMPRE hay una solución a cualquier problema. Tan solo basta ponerse de rodillas ante el Dios Todopoderoso, aceptar a su hijo como único y suficiente Salvador, y poner todos esos problemas en sus manos. Dios se manifestará en su momento…no importa cuanto tiempo pase. Lo importante es vivir una vida conforme a los mandamientos de Dios y NUNCA perder la fe en nuestro Padre Celestial!
También oro por las madres que ya son hermanas en Cristo, para que no claudiquen nunca en su fe. Y que si tienen problemas con sus hijos o alguno se a desviado del camino, sepan que Dios es fiel a su Palabra, siempre que nos mantengamos nosotros obedientes a sus mandamientos. Oren, hermanas…oren sin cesar y estén siempre alegres y den gracias a Dios en todo momento, porque esa es la voluntad de Nuestro Dios para con nosotros en Cristo Jesús (1 Tesalonisenses 5:16-18).
Dios les guarde y bendiga grandemente -en el nombre de Jesucristo Nuestro Señor y Salvador! AMEN!!!
Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa!
Hechos 16:31