Hoy, 16 de septiembre de 2023, hace un año ya que llegamos a México de Estados Unidos, guiados por el Espíritu Santo del Dios Todopoderoso para empezar una obra para el Señor, aquí en el área de Morelia, Michoacán.
Cuando nos vinimos, algunas personas pensaban que no tenía sentido dejar una nación como los Estados Unidos de América, para regresar al lugar de donde muchas personas quisieran poder emigrar hacia ese país, siguiendo el sueño americano en el lugar que ha sido considerado el país de las oportunidades.
Pero cuando tú has dicho en oración: “Heme aquí, a donde tu quieras que vaya iré, y lo que tu quieras que diga diré”, no hay forma de decirle “no” al Señor! Así que cuando mi amado esposo recibió la confirmación del Señor para mudarnos, lo hicimos en un acto de fe…sabiendo que no teníamos que verlo para creerlo. Porque de eso se trata la fe…debemos tener la certeza de lo que esperamos y la convicción de lo que aún no podemos ver (Hebreos 11:1). Esa es la fe y obediencia que a Dios le agrada, que aún cuando parece que lo que te pide no tiene sentido, o que las cosas no vayan bien o como esperabas, sigas adelante…porque fiel es el que ha prometido.
Ciertamente no ha sido fácil, ha sido un periodo de transición, un año de luchas y pruebas, porque sabemos que el enemigo de las almas se levanta siempre en contra de todo lo que se quiera hacer para la gloria del único y sabio Dios, y trata de poner barreras y oposición en contra de los siervos de Dios. ¡Pero MAS poderoso es el que está con nosotros – Gloria al Altísimo! Pues a pesar de la oposición, este también ha sido un año de mucha bendición viendo la mano poderosa de Dios moviéndose y sintiendo el respaldo de Aquel que nos llamo a Su luz admirable y quien nos guió hasta este lugar.
En medio de las pruebas, Dios se ha glorificado de gran manera. Mientras trabajamos en la construcción del templo o casa de oración, el Señor nos ha dado la dicha de ver a nuestros hijos juntos y alabándole, conociéndole y buscándole cada día más. Y ese es un regalo maravilloso que no tiene comparación! Ahora no solo tengo dos hijos, ahora tengo cuatro (Deibi, Nayelli, Alex y Arizbeth), y una hermosa familia a la que amo mucho. ALELUYA!!! Gloria al Dios Todopoderoso por haber escuchado nuestras oraciones para que nuestros hijos le conocieran y aceptaran como único y suficiente Señor y Salvador. Ahora podemos decir con agradecimiento: MI CASA Y YO SERVIREMOS AL SEÑOR! (Josué 24:15)
Mientras el Señor sigue preparándonos individualmente, como matrimonio y como familia, seguimos construyendo el templo que, primero Dios, pronto podremos inaugurar. Hemos visto el paso a paso y día a día de esta construcción, desde los cimientos hasta poner el colado/techo, y con cada nuevo avance nos hemos gozado en el Señor. Es una gran satisfacción trabajar y ver la construcción del lugar donde Dios derramará de Su Santo Espíritu, donde la iglesia será edificada en la sana doctrina, y donde más almas serán salvas y vendrán a los pies de Cristo Jesús. GLORIA AL ALTISIMO!
Así que, hermanos míos amados,
estad firmes y constantes,
creciendo en la obra del Señor siempre,
sabiendo que vuestro trabajo
en el Señor no es en vano.
1 Corintios 15:58
Les seguimos pidiendo de sus oraciones para que el Señor prospere este ministerio de El Gran Yo Soy en México, para que podamos inaugurar esta casa de oración pronto -pues sabemos que la venida del Señor está más cerca que nunca! En cualquier momento sonará la trompeta y nuestro Señor Jesucristo vendrá en gloria por su novia, por la iglesia que se haya limpiado y ataviado de vestidos de lino fino sin mancha ni arruga.
Dios Todopoderoso les bendiga grandemente. Les amamos en el amor de Cristo Jesús. A El sea la gloria, el poder y la majestad por los siglos de los siglos. Amén!
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